¿Cómo se encuentran de cara a los comicios del 14 de agosto?
Muy bien. Estamos recorriendo la provincia y nos sorprende la gran adhesión que estamos teniendo de la gente. En esta propuesta del Frente Amplio Progresista confluyen un montón de partidos unidos a través de un proyecto que intenta lograr un país más equitativo y justo, en el que aparezca el diálogo para que salgamos de esa confrontación permanente.
¿Cree que habrá segunda vuelta en octubre?
Es un proceso muy dinámico y el tiempo parece corto, pero seguro se van a gestar muchas modificaciones y es muy probable que haya un ballotage.
¿Cómo nació la posibilidad de ser candidato a diputado nacional?
Surgió por una cuestión de pluralidad, de tener el Frente Amplio Progresista representado por distintas posiciones y es muy importante que el sector agropecuario sea incorporado. Desde Federación Agraria siempre hemos pensado que no siempre a nivel sectorial donde se encuentran las soluciones.
En caso de ser electo diputado nacional, ¿cuáles son los primeros proyectos que trataría en la Cámara?
Hay proyectos dentro del sector agropecuario como la ley contra la extranjerización, también tenemos que estar hablando de una reforma tributaria que tenga que ver con una progresividad y no con una regresividad como encontramos ahora, de una reforma de entidades financieras para que el crédito sea orientado en la producción. Hay varios temas que no tienen que ver sólo con el sector agropecuario sino con la sociedad en su conjunto.
¿Cómo se encuentra actualmente el campo?
El campo está con excelentes precios internacionales pero el tema son las políticas adoptadas a nivel nacional que por ejemplo en el caso de la leche ha aumentado en un 8 0 10% más la producción y esto invade el mercado y bajan los precios porque no hay plantas de secado para poder secar la leche y exportarla. En el caso de los cerdos tampoco hay una política en la Argentina y hoy está ingresando más carne de lo que la industria necesita, lo que perjudica a los productores más chicos. El excedente del trigo no se puede vender y lo mismo pasa con el maíz. El problema en la Argentina es que no aparece un plan de gobierno.
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