¿Qué sensación le dejó que Luis Rubeo haya sido elegido como presidente de la Cámara baja?
Nosotros aceptamos el resultado de la votación, pero no me parece correcto el rumbo que ha elegido el Partido Justicialista, y que haya desoído lo que nosotros entendíamos. Si bien es verdad que desde el punto de vista legal quienes eligen al presidente de la Cámara de diputados son los diputados y no el pueblo, creo que carece de legitimidad porque no ha sido la persona que el pueblo ha respaldado con su voto. Pero ya es un hecho consumado y nosotros haremos hacia adentro una valoración del tema, también la hemos hecho hacia afuera, hemos dicho que íbamos a mantener la candidatura hasta esa instancia y la sostuvimos y eso significa respetar el voto popular.
Hace dos semanas la recibió la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y le brindó su apoyo, ¿por qué cree que Agustín Rossi no se hizo eco de esta situación?
La verdad es que no lo sé, habría que preguntárselo a ellos. Yo creo que las estructuras partidarias no necesariamente tienen que ser ortodoxas, ya que dentro de un partido se pueden tener ciertas diferencias, pero hay algunas cuestiones orgánicas que hacen al funcionamiento de un partido, que a mí juicio tienen que ver con respetar la expresión de la autoridad presidencial.
¿Hubo acuerdos que se dieron a espaldas suyas?
Yo no diría a espaldas mías, siempre hubo acuerdos muy de frente. Nosotros estuvimos hasta el 12 de noviembre coincidiendo en que la presidencia debía ser para aquella persona que había sido la cabeza de la lista, y esto no forma parte de mi imaginación sino que está en los diarios y hasta hace poco estaban algunas solicitadas, en la que grupos avalaban mi postulación para presidente de la Cámara. Luego sí hubo un cambio de opinión, que fue a espaldas de los 12 diputados que conformamos este espacio, porque sino nos hubieran invitado a la reunión en Granadero Baigorria.
¿Cree que generó miedo una posible auditoría suya en la Cámara de diputados?
Nunca debería haber miedo si uno maneja la cosa pública como corresponde. Me acuerdo que cuando el Dr. Binner llegó a la gobernación, lo primero que hizo fue una auditoría a la gestión del ex gobernador Obeid y la verdad es que salimos eximidos. Los funcionarios que hicimos las cosas bien no estábamos preocupados y efectivamente la realidad nos dio la razón. Y, por el otro lado, lo que dije es lo que hace cualquier persona que conoce la administración pública. Es de buena práctica cuando uno llega a la administración hacer lo que se llama una auditoría de corte, que quiere decir que el 10 de diciembre se ve lo que hay en la caja, cuánto hay que pagar hacia el futuro, cuánto es lo que se pagó, qué compromisos hay asumidos, cómo se emitieron los aguinaldos, cómo se liquidan los sueldos, entre otras cosas. Nadie puede llegar a una administración si no es parte de la administración. Para conocer con qué compromisos se va a encontrar, tiene que hacer una auditoría de corte.
¿Cómo queda el Justicialismo en la provincia luego de esta interna?
Me parece que razonablemente trabajando en función de lo que nos hemos comprometido con la gente. Pero el partido que ganó, el viernes perdió, que era el Justicialismo, porque quedó fracturado. Y el partido que perdió, el Frente Progresista, ganó porque trabó un nuevo esquema de alianzas. Pero nosotros vamos a honrar el voto popular y vamos a trabajar los 28 por todos los santafesinos.
La semana pasada se votó el Presupuesto 2012 y usted junto a Rosúa y Giuliano votaron en contra.
Uno no puede ser muy crítico del Presupuesto y después votarlo a favor. Lo que sucedió es que nosotros venimos trabajando y pidiéndole al ejecutivo que corrija este tema. El Presupuesto municipal tiene un enorme déficit: han bajado las inversiones en obras públicas, han bajado las inversiones respecto de discapacidad y, a su vez, ha subido todo lo que tiene que ver con el pago de las deudas adquiridas con los privados, con el estado y con los bancos internacionales.
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