La semana pasada el Ministro del Interior, Florencio Randazzo, en el marco de dar el resultado definitivo de las primarias, atacó duramente a periodistas de La Nación y Clarín.
El Ministro del Interior hizo una interpretación sobre las publicaciones de Clarín y La Nación. Algunas informaciones fueron promovidas por la oposición, pero básicamente las más firmes habían sido denunciadas por dos jueces electorales, Juan Manuel Blanco de Buenos Aires y María Servini de Cubría. El Ministro tiene derecho de hacer las interpretaciones que le parezcan, como uno también puede tener su propio punto de vista sobre el asunto. Igual me parece que hay modos y formas de hacer las cosas, pero en general el marco de la relación entre este gobierno y los medios de comunicación que tienen una visión más crítica nunca ha sido demasiado cordial ni armónico.
¿Se instaura una nueva etapa en la era kirchnerista? ¿Hay un cambio en lo discursivo?
Si se hace una evaluación desde los antecedentes y desde cierto análisis sustentado en la lógica, aunque la lógica no siempre tenga reflejo en los hechos, uno debiera pensar que es un cambio más táctico que estratégico. Yo por lo menos tiendo a pensar que no va a haber cambios sustanciales en la forma y en el fondo de algunas cosas que ha tenido este gobierno, sobre todo a partir de 2007. Yo no veo un cambio profundo, en todo caso los cambios que observamos responden a matices estructurales, una lección prácticamente ganada y la necesidad de no arriesgar nada. Y cuando empiece el trámite real a partir de diciembre, yo creo que las líneas maestras van a ser las mismas que han regido desde el 2007 hasta aquí.
Hilda “chiche” Duhalde insiste en que la presidenta va a impulsar la reforma constitucional para lograr la re –reelección dentro de cuatro años, ¿usted cree que esto pueda ser factible?
Creo que es una cuestión en el plano de la especulación. Si uno toma los antecedentes, no de este gobierno, sino del peronismo en el poder, uno tendría derecho a suponer que la posibilidad de una reforma siempre está latente. Habrá que ver como encara la presidenta el próximo periodo, cómo son los dos años hasta la legislación de medio término, pero hoy no tengo ningún elemento para creer que esto vaya a ser así. El peronismo no ha resulto en su historia la sucesión en el poder, entonces Cristina tendrá que demostrar que lo puede hacer. Mientras tanto, caben dos posibilidades: que se pueda conjeturar a favor de la reforma o que se piense que esta será la circunstancia en la cual se abrirá un proceso sucesorio del peronismo.
Lo cierto es que puede llegar a obtener una mayoría en diputados de nuevo y en senadores profundizarla.
Si lo que pasó el 14 de agosto se repite más o menos en octubre, sin dudas que va a obtener la mayoría cómoda en las dos cámaras.
¿Es irreversible el resultado del 23 de octubre?
En la vida nada es irreversible, pero uno tiene que pensar en algún imponderable para que esto se revierta, y yo no veo ningún imponderable para modificarlo.
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